Cerco al diputado machista, provoca alarmas por coacción de derechos.

El PRM, tibio en tomar acciones y decisiones en casos de corrupción de sus miembros o de delitos graves, se aboca inmediatamente a sancionar a uno de sus diputados por el único «delito» de haber sido sincero y de no tener miedo a hablar.

Sí, es machista, como casi todos sus compañeros, como casi toda la sociedad, pero… ¿es eso un delito?

CAJITA CONVERTIDORA

Lanzarlo a comisiones de ética y juicios disciplinarios habla muy mal de la dirigencia del PRM, que ve en una declaración para un medio un delito más grave que traficar drogas.

Los diputados, con casos de andar con «muchachitas» y en su mayoría, también son machistas y piensan «peor» que el diputado, se abocan, por cobardía y revanchismo, a agredir y lapidar a un compañero, sacándolo de la comisión por algo tan grave y violatorio a la constitución como el sesgo a la libertad de pensamiento y de expresión.

Si una sociedad se comporta como inquisidora, es que no es democrática.

Debate, debate de ideas, ganarle incluso a esa mayoría hipócrita que hoy demuestran cuán machistas son prohibiendo que se coloque en el código penal las Tres Causales, ganar a los argumentos del diputado, eso es democracia, no es «meter miedo» a que cuando llegues a los medios, tengas que decir lo «políticamente correcto» porque los «inquisidores» te están vigilando y te quemaran en la hoguera.

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